Según estimaciones realizadas por el Banco Central de Venezuela, el producto
interno bruto (PIB) experimentó, en términos reales, una contracción interanual de 2,9% en 2009.
Este resultado constituye la primera caída que exhibe el PIB luego de 5 años de crecimiento.
El menor nivel de actividad económica se observó particularmente en el sector petrolero, cuyo valor agregado se redujo a una tasa anual de 6,1%, como consecuencia de los recortes de producción implementados por la OPEP, en un contexto de debilidad de la demanda energética producto de la crisis económica global. Estas medidas implicaron una disminución de 6,3% en la extracción de crudo y gas natural, y de 5,1% en la refinación de petróleo por parte del sector público.
El sector no petrolero registró un decrecimiento de 1,9%, asociado, fundamentalmente, a las contracciones experimentadas por el valor agregado bruto (VAB) de las actividades manufactura (7,2%), comercio y los servicios de reparación (8,2%) y transporte y almacenamiento (8,5%). Entre los factores que incidieron en estos resultados destaca el debilitamiento de la demanda agregada, la incertidumbre en cuanto a la recuperación de la economía mundial y la contracción que registraron las importaciones durante el año, en particular en el tercer y cuarto trimestre. En esto último incidió la menor oferta de divisas por parte de Cadivi, ente que adoptó en 2009 una política más austera de administración de los recursos externos ante el declive que sufrieron los ingresos por exportaciones del país.
En contraste con estos resultados, debe destacarse el acelerado ritmo de crecimiento que mantuvo el sector comunicaciones (10,1%), así como también los avances registrados por la construcción (3,1%), electricidad y agua (4,6%), y los servicios comunitarios sociales y personales (3,1%).
En este contexto, las actividades no transables disminuyeron ligeramente en el año (0,8%), mientras que el valor agregado de las transables se contrajo en 5,1%.
Desde el punto de vista institucional, el sector público mostró un mayor dinamismo que el privado al registrar un incremento anual de 1,3%, impulsado en parte por los procesos de nacionalización acometidos por el gobierno nacional, específicamente en actividades relacionadas con la siderúrgica (Sidor), empresas cementeras, así como en el sector financiero. Así, la participación del sector público en el PIB subió en 2009 a 30,3%, desde 29% en el año anterior. Dentro del sector público destacó el aumento de los servicios de gobierno general (2,2%), comunicaciones (15,4%) y electricidad y agua (4,6%).
Al analizar los resultados del PIB desde el enfoque de la demanda, se observó una reducción de 2,6% en el consumo final privado, situación que obedece, principalmente, a la caída del ingreso real, el aumento del desempleo y la menor disposición al gasto de los hogares. Por su parte, la formación bruta de capital fijo (FBCF) se contrajo a una tasa anual de 7,6%, afectada por las mayores restricciones en la entrega de divisas que incidieron en el componente importado de la inversión y por el deterioro en las expectativas sobre el desempeño macroeconómico.
En cuanto al consumo final del Gobierno, registró un aumento de 2,1% en el año. Este comportamiento está asociado a la orientación contracíclica de la gestión fiscal en el marco de una estrategia prudente de manejo de las finanzas públicas.
Cabe destacar que durante 2009 las importaciones de bienes y servicios descendieron 19,7%, lo que contrastó con el incremento de 3,8% observadoen el año precedente. La reducción de las importaciones es un factor clave en las contracciones que registran tanto el consumo privado como la inversión doméstica.
Asimismo, se registró un debilitamiento de la demanda externa, que cayó 9,8% en el período. Este desempeño negativo se debe a un descenso tanto en las exportaciones petroleras como en las no petroleras.
La caída evidenciada en la actividad económica no petrolera repercutió desfavorablemente en el mercado laboral, al observarse, por primera vez después de cinco años, un aumento en la desocupación. Según cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de desempleo promedió 8% en los primeros 11 meses del año, lo que representó un incremento de 0,6 puntos porcentuales en comparación con la tasa promedio mostrada en 2008.
En cuanto a la composición de la fuerza laboral por sectores institucionales,los procesos de nacionalización que se llevaron a cabo en 2009 dieron lugar a un nuevo repunte del empleo público.
Esta situación permitió que la participación del sector público sobre el total de la población ocupada se incrementara en 1,1 puntos porcentuales, para ubicarse en 19% al cierre del tercer trimestre de 2009.
Las actividades económicas que durante el período enero-septiembre exhibieron mayores caídas en términos absolutos en sus niveles de ocupación fueron las de construcción (40.266 empleos) y manufactura (10.614 empleos).
Por su parte, el personal ocupado en el sector comercio mostró un aumento neto de 44.257 trabajadores.
Las remuneraciones nominales medidas a través del Índice de Remuneraciones (IRE), calculado por el BCV, subieron a una tasa anual de 22,2% al cierre del tercer trimestre de 2009. En tanto que el salario mínimo se ubicó en Bs. 959,08, luego de que el Ejecutivo Nacional decretara dos alzas puntuales de 10%, las cuales se implementaron en los meses de mayo y septiembre.
En relación a los precios, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró durante el período enero-noviembre de 2009 una variación acumulada de 23%, cifra que significó una disminución de 4,6 puntos porcentuales en relación con el registro de similar período de 2008. El núcleo inflacionario también redujo su ritmo de crecimiento en relación con lo observado el año previo, aunque su tasa de aumento se mantuvo por encima de la del INPC, al exhibir en noviembre un incremento acumulado de 27,6%11.
La desaceleración observada en estos indicadores estuvo determinada, entre otros factores, por el menor dinamismo que mostró la demanda agregada interna a lo largo del año, las políticas gubernamentales orientadas a garantizar la seguridad alimentaria y las condiciones climáticas que hicieron posible una oferta abundante de algunos bienes agrícolas durante el primer semestre de 2009. En este sentido, destacó el avance relativamente moderado que mostraron los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas, agrupación que subió 18,3% en el período, un comportamiento que contrastó con el alza de 36% observada en 2008.
No obstante, cabe señalar que diversos factores continuaron generando presiones inflacionarias, entre los que destacan:
1) La ampliación de la brecha cambiaria;
2) La inercia inflacionaria, asociada a los niveles de inflación pasada y a las expectativas sobre la evolución futura de esta variable; y
3) La contracción de la oferta doméstica, en especial la de productos manufacturados.
En adición, el incremento de la alícuota del IVA, de 9% a 12%, en vigencia a partir de abril de 2009, incidió de manera puntual en el nivel de precios y evitó una mayor disminución de la inflación durante el año.
En este contexto, el Ejecutivo Nacional llevó a cabo un conjunto de medidas con el fin de contrarrestar las presiones alcistas sobre los precios, entre las cuales pueden mencionarse:
- El mantenimiento de una política de subsidios para la producción de algunos rubros agrícolas.
- La aprobación del Plan Excepcional de Desarrollo para la Construcción,
- Habilitación y Consolidación de la Infraestructura Agraria y Rural e Impulso Agrícola en todo el territorio nacional durante el ejercicio fiscal 2009.
- La aprobación del VII Plan Excepcional para el Abastecimiento de Alimentos de la Cesta Básica, materia prima para la elaboración de alimentos y otros productos alimentarios de primera necesidad.
Puede revisar el informe completo en el siguiente enlace: Informe BCV
No hay comentarios:
Publicar un comentario